Las letras de hierro que identificaban la entrada de la antigua Cárcel y Presidio de Punta Arenas fueron retiradas por internos del Centro de Educación y Trabajo (CET) de Gendarmería.
Estas letras, que estuvieron en su lugar durante más de 106 años, serán resguardadas como testimonio histórico, ya que el edificio pronto será transformado en un moderno centro cultural.
Construido a partir de 1898, el antiguo edificio es un recordatorio de la función original de Punta Arenas como colonia penal y ha presenciado numerosos eventos significativos a lo largo de los años. El futuro centro cultural será un espacio que espera albergar actividades artísticas y culturales en pleno centro de la ciudad.