El Colegio de Profesoras y Profesores tomó una postura firme al rechazar el proyecto de Sala Cuna Universal, argumentando que este proyecto precariza y desvaloriza el trabajo de las educadoras de párvulos.
El Magisterio expresó su preocupación al considerar que la propuesta pone en competencia los derechos de la infancia y de las mujeres, lo que podría conducir a la precarización y desvalorización de las educadoras de párvulos como profesionales, discriminación contra las trabajadoras por cuenta propia que son madres, y una situación de vulnerabilidad en la educación inicial para los niños más necesitados.
Este rechazo se suma al de los gremios de la Junji, quienes también han cuestionado el proyecto y se han movilizado para destacar los aspectos de precarización que implica. La preocupación por la calidad y valoración del trabajo en el ámbito educativo infantil ha generado un debate importante en el sector, enfatizando la importancia de proteger los derechos laborales y la calidad en la educación desde temprana edad.