A medida que se acerca el cambio de hora en Chile, la Región de Magallanes se enfrenta nuevamente a la incertidumbre que genera esta modificación horaria, la cual entrará en vigencia el sábado 6 de abril. Este desfase horario con el resto del país plantea desafíos para la población, afectando desde el consumo de programas en vivo hasta la salud y el bienestar de las personas debido a la escasa presencia de luz solar.
La Dra. Evelyn Benavides, neuróloga especialista en medicina del sueño, advierte sobre los posibles efectos negativos del cambio de hora, como alteraciones en el ánimo, el rendimiento cognitivo y el aumento del riesgo de accidentes de tránsito. A largo plazo, la falta de sueño puede conllevar a problemas de salud más graves, como hipertensión, diabetes, infartos y obesidad, entre otros.
Según una reciente encuesta, el 80% de la población magallánica considera que debería existir un horario único para todo Chile durante la temporada invernal, reflejando así la incomodidad de la comunidad local con la actual normativa.
Los testimonios de los ciudadanos respaldan esta postura, expresando la conveniencia de mantener un horario unificado para facilitar la coordinación con otras regiones y evitar complicaciones en la vida diaria. La idea de unificar el horario nacional durante el invierno ha ganado apoyo entre la población, que busca mayor cohesión y comodidad en sus actividades cotidianas.
El origen del cambio horario en Chile se remonta a 1968, cuando se implementó con el objetivo de aprovechar mejor la luz solar y reducir el consumo de electricidad. A lo largo de los años, esta medida se ha mantenido anualmente, generando debates y reflexiones en distintas regiones del país, como en Magallanes, donde la discusión sobre la conveniencia del cambio de hora continúa presente.