Con un corte de cinta y la alegría de los vecinos, se inauguró la primera “Obra de confianza” del Programa Quiero Mi Barrio en el sector Juan Pablo II de Punta Arenas. La iniciativa, financiada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo (MINVU) con una inversión superior a los 38 millones de pesos, trajo consigo mejoras en la seguridad vial de la Avenida Cardenal Samoré, incluyendo pasos peatonales, señalética y demarcaciones, y la implementación de accesibilidad universal en el área intervenida.
“Esta obra es un ejemplo de cómo la participación ciudadana puede mejorar la calidad de vida de nuestros barrios”, señaló Hernán López Muñoz, Secretario Técnico del Programa, en representación del Seremi MINVU, Marco Uribe, quien no pudo asistir por las condiciones climáticas. “El enfoque está en fortalecer la seguridad, especialmente en las áreas cercanas al Jardín Infantil Akar, mejorando los estándares de los espacios públicos”.
La presidenta del Consejo Vecinal de Desarrollo, Jéssica Paredes, destacó la importancia de la obra para la seguridad del barrio, enfatizando en la tranquilidad que brinda a los niños del jardín. “Aunque la entrega tomó tiempo, valió la pena”, afirmó Paredes.
La educadora de la Sala Cuna y Jardín Infantil Akar, Isabel Yévenes, coincidió en la importancia de las nuevas medidas para la seguridad de los niños y el barrio. “La calle del jardín es muy transitada, y con estos pasos peatonales seguros, nuestros niños aprenden a cruzar correctamente y se sienten más protegidos”, expresó Yévenes.
La intervención en Avenida Cardenal Samoré no solo beneficia a los niños, sino que busca mejorar las condiciones de seguridad vial para toda la comunidad, reduciendo los riesgos por exceso de velocidad y estacionamiento indebido. Además, se han implementado bandas alertadoras para disminuir la velocidad de los vehículos y se ha trabajado con los niños del jardín en la identificación de señalética vial y prácticas de autocuidado, fortaleciendo la conciencia de seguridad desde la primera infancia.
Con esta obra, el Barrio Juan Pablo II avanza hacia un futuro más seguro y accesible, un ejemplo de cómo el trabajo conjunto entre la comunidad y el Estado puede generar un impacto positivo en la calidad de vida de los vecinos.